Comer en las ciudades: Desafiar la desigualdad y la desinformación para la consciencia alimentaria
Lo que aprendimos en #HablemosDeLaComida
Fecha: 2024-07-05
Por: Mutante
Comer en las ciudades: Desafiar la desigualdad y la desinformación para la consciencia alimentaria
Lo que aprendimos en #HablemosDeLaComida
Fecha: 2024-07-05
Por: MUTANTE
¿Cuál y cómo es la relación entre las personas en las ciudades y el sistema alimentario que provee su comida?
Esta relación está marcada por el acceso desigual a alimentos en diferentes lugares de la ciudad. En muchos casos también por el desconocimiento sobre el sistema alimentario: de dónde provienen los alimentos y cómo elegirlos de manera consciente e informada. Esto se hace evidente en casos como el de Manabí, en Ecuador, o de Cali, en Colombia, en donde la tradición alimentaria es fuerte pero se ve amenazada por la industrialización de los sistemas que proveen el alimento.
Por ello, como parte de la fase de actuar, activamos esta baraja de preguntas para cultivar la consciencia alimentaria, que permite activar reflexiones al momento de elegir alimentos en las ciudades. Invitamos a la audiencia a agregar sus propias preguntas:
@miguelcastb: ¿De donde realmente es originaria la especie que me estoy comiendo?
@sanacion.mayravasquez: ¿Cuánto se deforestó o se cuidó el bosque donde se cultivó este alimento? ¿Cuánta agua usó? ¿Cuidó las fuentes hídricas, fauna y flora a su alrededor para la producción?
@ninaduartesilveira: ¿Qué tan diversa es mi alimentación hoy?
@kturo69: ¿Qué efectos causa al ambiente y a la sociedad la producción y distribución de ese alimento?
¿Qué problemas enfrentan los habitantes urbanos al momento de insertarse en el sistema alimentario?
Al preguntarle a la audiencia por estos problemas recibimos comentarios que se referían al elevado precio de los alimentos en las ciudades, a la calidad y qué tan saludables son y al alto contenido de azúcar, edulcorantes, grasas saturadas y sodio, y al acceso desigual a algunos tipos de alimentos saludables en barrios diferentes.
@anacarobenitez: Con que es difícil encontrar alimentos sanos y a buen precio en un mismo lugar
@luchisfer1: Mi problema es que todo tiene etiqueta alto en sodio, azúcares añadidos, edulcorantes o grasas saturadas. La industria no produce nada saludable
@nataymar: A veces no hay tanta opción de verduras dependiendo del barrio donde uno viva. Y se vuelve de élite querer comprar algunos alimentos
Marcela Salazar, miembro de la comunidad de conversación de #HablemosDeLaComida concuerda con lo que estos comentarios presentan como problemas. Para solucionarlo, se ha propuesto cocinar de ceros diferentes ingredientes convenientes para preparar comidas antiinflamatorias y saludables durante la semana, utilizando los alimentos en cosecha que puede conseguir en almacenes de frutas y verduras locales.
Sin embargo, la conversación también reveló que las posibilidades de acceder a alimentos de calidad y sanos en las ciudades no es igual para todas las personas y como consecuencia, la vida urbana está modificando lo que elegimos para comer.
@pau_erre: Además el acceso es desigual en las ciudades en USA, por ejemplo, por las políticas de redlining y segregación racial del siglo XX, los barrios pobres —de mayorías negras, Latinxs y otras personas racializadas— sufren de “desiertos de comida”, ques un término que indica la falta de accesibilidad de alimentos frescos y no procesados en esos barrios. Esto obviamente incrementa la dependencia de las personas más vulnerables de alimentos ultraprocesados y comidas rápidas, lo que impacta negativamente su salud.
Emil, cocinero y horticultor ecuatoriano, también parte de la comunidad de #HablemosDeLacomida, explicó que al vender alimentos saludbales se ha encontrado también con esta desigualdad como obstáculo pues para las personas de escasos recursos la prioridad es la cantidad de comida que les permita saciar el hambre, y no necesariamente la calidad. Para contrarrestar esto, él brinda información sobre las ventajas de los alimentos limpios y saludables y las desventajas de los alimentos ultraprocesados, así vengan en mayor cantidad.
@lizemoreno: Ojalá quienes se paran desde la superioridad del veganismo tengan esto en cuenta antes de condenar al resto del mundo. No solo el dinero para comprar alimentos de calidad es un privilegio, el tiempo para reflexionar sobre los consumos y preparar recetas solo a base de plantas, también. Cada quien hace lo que puede.
¿Qué tanto conocen las personas en las ciudades sobre los alimentos que consumen?
¿Cuáles son los tres alimentos infaltables en tu nevera? ¿De dónde crees que vienen? Estas preguntas nos revelaron que las personas tienen claro qué comen con frecuencia, pero una parte importante no sabe de dónde vienen esos alimentos. Quienes sí saben de dónde vienen, es porque han establecido vínculos de confianza con quien les provee estos alimentos.
@negruracorrea: Quesito de Entrerríos, arepas de acá de Medellín, papas de San Pedro de los Milagros, chocolate en pasta (ni idea) y huevos de los que encuentre más bonitos (ni idea).
@santiagocardosoa: Leche, banano y pollo. No sé de dónde viene ninguno.
@cosmoerrante: Huevos, pollo, arepas. Soy del Valle, los huevos los compro en una avícola local, el pollo en la galería, pero no sé exactamente su origen. Y las arepas a un señor que las hace y las vende para congelar.
Para ejemplificar el sistema alimentario tomamos el caso del plátano, alimento producido y consumido en Colombia y Ecuador. En esta infografía contamos el recorrido que tiene que hacer desde el cultivo hasta la mesa de quien lo consume.
@la.tina_parda: Sería lindo encontrar formas o estrategias para reducir los intermediarios y que la cadena sea un poco más justa en ganancias ✨
Para acortar las distancias físicas e informativas entre las personas que consumen el alimento en las ciudades y quienes lo producen, construimos este directorio binacional de iniciativas alimentarias urbanas; una herramienta de consulta para involucrarse con proyectos que permitan una relación más cercana con los alimentos.
¿A qué información se expone la población urbana sobre sistemas alimentarios en su cotidianidad? ¿Cuál es la relación entre esta información y los problemas de los sistemas alimentarios en las ciudades?
Publicidad, etiquetado frontal, tablas nutricionales, conversaciones con quienes comercializan el alimento. Las fuentes de información alimentaria en las ciudades son múltiples, pero limitadas. Según las personas expertas que invitamos a este conversatorio, los principales obstáculos en términos informativos que enfrentan las personas para sus elecciones alimentarias en las ciudades son la abundancia de alimentos ultraprocesados, la ausencia de gobernanza popular en los sistemas alimentarios y la transición en estilos de vida que promueve el marketing digital hacia las “dietas corporativas”.
@kturo69: Colombia no ha dejado de cultivar y exportar productos que requiere el mercado internacional desde la época colonial hasta nuestros días, tanto en cultivos de uso lícito como ilícito. Siempre fijándose en el espejismo de obtener divisas para en parte pagar deudas que primero financiaron la independencia de la clase privilegiada y hoy financian el “desarrollo”. Nunca se ha mirado hacia adentro y por eso hoy estamos en situación de dependencia alimentaria y de erosión genética y Bio cultural. Esa dependencia se refleja en la alta inflación de alimentos que atraviesa el país y que la mayoría de lo que se cultiva para exportar no suple requerimientos nutriticionales (caña, café, palma de aceite, más los de uso ilícito). Es hora de cambiar esa mirada y pensar en la soberanía alimentaria del país y en el rescate de la Agrobiodiversidad
Para solucionar estos obstáculos informativos las personas expertas proponen la promoción de mercados campesinos en las ciudades y la inclusión de la gastronomía local en programas de alimentación escolar para generar reconocimiento de la tradición culinaria local, lo que puede promover el consumo y protección de la agrobiodiversidad local. Además proponen la juntanza ciudadana para la defensa de los derechos alimentarios y preguntarse antes de elegir alimentos: ¿Qué hay detrás de este alimento que voy a ingerir? ¿Qué valoro de este? Y poner estas preguntas sobre la mesa del comedor para abrir la conversación.