"Resistencia es nombrar y hablar de un tema que es muy incómodo para la ciudad": José Luis Marín

¿Cómo es ser parte del grupo de ciudadanos que lucha contra un mercado sexual ilegal dispuesto a comprar a los más jóvenes y vulnerables en una ciudad deslumbrada por el turismo y los dólares? Mutante conversó con siete ciudadanías comprometidas para que describieran las acciones que despliegan individual y colectivamente.

Consulta el especial periodístico completo haciendo click aquí.

Fecha: 2024-04-24

Por: Karen Parrado Beltrán

Foto: María Paulina Pérez | Diseño: Wil Huertas

"Resistencia es nombrar y hablar de un tema que es muy incómodo para la ciudad": José Luis Marín

¿Cómo es ser parte del grupo de ciudadanos que lucha contra un mercado sexual ilegal dispuesto a comprar a los más jóvenes y vulnerables en una ciudad deslumbrada por el turismo y los dólares? Mutante conversó con siete ciudadanías comprometidas para que describieran las acciones que despliegan individual y colectivamente.

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Fecha: 2024-04-24

Por: KAREN PARRADO BELTRÁN

Foto: María Paulina Pérez | Diseño: Wil Huertas

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El concejal Marín repite una frase últimamente:. ¿Por qué no estamos hablando de esto?, dice mientras en la mesa ha puesto el cucharón distintivo de su curul, y del activismo social que hizo antes de llegar al Concejo Municipal hace cuatro meses. Es la frase que usa para cuestionar decisiones políticas que tienen que ver con la explotación sexual de menores de edad, como la creación de la nueva Secretaría de Turismo y Entretenimiento de Medellín, que debería frenar los ‘vicios’ de los viajeros.

La iniciativa de la Alcaldía para abordar la intensificación del turismo en la ciudad coincidió con una coyuntura noticiosa: los casos de explotación sexual de menores de edad que implican a turistas extranjeros. Medellín se ha promocionado a sí misma como destino durante la última década, con estrellas como el ‘barrio más cool’ y el mejor clima.

La estrategia ha traído exceso de dólares, pero también problemas.

José Luis Marín en el recinto del Concejo Municipal de Medellín, donde es cabildante desde enero de 2024. Foto: Maria Paulina Pérez (@laluzqueamo).

José Luis Marín es un concejal y abogado de 37 años en Medellín.

Es un modelo de turismo que está dejando consecuencias en los barrios que no se previeron. La gentrificación y la explotación sexual de menores de edad son dos fenómenos que están desbordando crisis previas de la ciudad: el acceso a la vivienda y la desprotección de las infancias. “Hay sectores políticos y económicos embriagados con los dólares que están entrando producto del turismo”, dice Marín. “Producto de esa embriaguez no están mirando hacia la salud y la vida de los niños y las niñas”.

Unos días antes del asunto de la nueva Secretaría, Marín citó a la única plenaria que ha habido en el Concejo para abordar el problema de la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes (Escnna), desde la llegada del alcalde Federico Gutiérrez. “Los grupos ilegales ejercen una co-administración del territorio de Medellín”, dijo allí Marín, mientras proyectaba gráficas que mostraban el aumento de los casos de explotación sexual en la ciudad. “Hay un control territorial de estos grupos que llevan a mayores niveles de explotación sexual de niñas”, señaló. 

La gobernanza subterránea de los grupos criminales en Medellín incluye el microtráfico y la extorsión, pero no se queda al margen de las ganancias que deja la logística de paquetes turísticos que ofrecen experiencias sexuales con menores de edad. Marín cree que en la ciudad hay temor a nombrar lo que está pasando. Además de una purga interna pendiente, para liberar a las instituciones de los intereses de los grupos criminales. “Aquí hay problemas, pero es como no lo diga porque eso afecta la imagen de la ciudad como destino turístico”, anota.

Hay que decirlo con todas las letras, insiste. “Creo que es el primer ejercicio de resistencia”. Cuando Marín visitó las comunas de la ciudad en campaña, notó que la explotación sexual era un tema recurrente, aunque de maneras distintas. A algunos les preocupaba que se estuvieran llevando las niñas “para hacerles propuestas económicas”, a otros que les estuvieran “trayendo niñas de otras partes”.

Para Marín eso habla de que hay algo más preocupante, es una ciudad dividida y con un tejido social fracturado. “Y es ese tejido social el que permite resistir”, dice. “El que permite contener y solucionar esta problemática”.

Su resistencia se enfoca en el control político.