Nuestros cuerpos no son territorio para el saqueo
Lo que aprendimos en #HablemosDeLasDefensorasAmbientales
Fecha: 2021-09-09
Por: Mutante
Fecha: 2021-09-09
Nuestros cuerpos no son territorio para el saqueo
Lo que aprendimos en #HablemosDeLasDefensorasAmbientales
Por: MUTANTE
En Colombia defender la vida y el territorio es una labor de alto riesgo, sobre todo cuando quien lo hace es una mujer. “Los liderazgos femeninos son mal vistos por algunos sectores que tienen ideas conservadoras sobre el rol que debemos desempeñar”, explicó Lourdes Castro, coordinadora del programa Somos Defensores, para el reportaje con el que abrimos la conversación #HablemosDeLasDefensorasAmbientales, sobre el caso de las mujeres que defienden al río del fracking y otras amenazas en la región del Magdalena Medio.
Esto fue lo que aprendimos:
¿QUIÉNES SON LAS DEFENSORAS AMBIENTALES?
- Mujeres rurales, valientes, conscientes del valor de la vida, se oponen a proyectos extractivistas en sus territorios y tienen sensibilidades y conexiones especiales con la naturaleza. Estas son las características más comunes en las más de 70 descripciones que recibimos de las defensoras ambientales a través de Instagram, Twitter y Facebook.
- Y lo que el transcurso de #HablemosDeLasDefensorasAmbientales nos demostró es que estas mujeres son tan diversas como sus luchas, y que, además, ¡son muchas! No solo son mujeres rurales, son también académicas, abogadas, periodistas, defensoras de defensoras. Eso sí —y en esto tenían razón quienes las describieron al inicio— todas se preocupan por el cuidado de la vida.
- Por eso cerramos el ejercicio con un directorio de estas mujeres, expertas en temas ambientales, para visibilizar sus luchas y la multiplicidad de sus áreas de experticia dentro del cuidado ambiental. Nuestras audiencias hicieron el resto al etiquetar cientos —sí, cientos— de defensoras que complementan nuestra pequeña selección.
¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES FORMAS DE VIOLENCIA CONTRA LAS DEFENSORAS Y CUÁLES ESPECÍFICAMENTE SE ENSAÑAN CONTRA ELLAS?
- Entre 2009 y 2020 en Colombia fueron asesinadas 20 lideresas, 11 fueron amenazadas y 2 desaparecidas, según Tierra de Resistentes. Pero las violencias contra estas mujeres van más allá de estos repertorios de silenciamiento. Sus cuerpos, sus familias y sus posiciones de liderazgo se convierten en blanco de hostigamientos como la violencia sexual, las amenazas a sus hijos, la ruptura de sus núcleos familiares.
- Isabel Zuleta, integrante del Movimiento Ríos Vivos y defensora ambiental de Ituango le explicó a nuestra comunidad de mutantes —quienes hacen parte de nuestro programa de membresías— que quienes ejercen violencias contra las defensoras también se aprovechan de sus soledades.
- Le preguntamos a nuestras audiencias si creían que estas mujeres se exponían a riesgos diferenciales por su labor de defensa. Estas fueron algunas de sus respuestas:
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Claro que sí, en situaciones de vulnerabilidad no sólo se encuentran en riesgo por ser lideresas, sumado a eso está la violencia de género, el machismo estigmatizante, violencia sexual como mecanismo de terror, etc.
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Si, empezando por el hecho de deslegitimar cualquier intento de liderazgo acudiendo a la incapacidad que tienen las mujeres de liderar y tomar decisiones por el hecho de ser mujeres. Incluso en actos frenar esos liderazgos, muchas amenazas terminan siendo también agresiones sexuales, en un acto de dominio por parte de hombres que se nieguen, algo que si se da con los hombres es un una proporción mucho menor, hasta lo que se sabe…
- Por eso es necesario combatir “esa visión de que las mujeres estamos hechas para estar en la casa, para cocinar, cuidar una familia, casarnos o para servir”, según explica Marylen Serna, defensora ambiental de Cajibío, Cauca.
¡Sus cuerpos no son territorio para el saqueo!
ENTONCES, ¿POR QUÉ SE SIGUEN SOMETIENDO A ESTE CONTINUUM DE VIOLENCIAS? ¿QUÉ IMPULSA A ESTAS MUJERES A DEFENDER SUS TERRITORIOS?
- María Soto, quien defiende al páramo de Ocetá en Boyacá de la ganadería, lo hace porque es muy fácil defender los territorios de actividades ilegales, pero también hay amenazas legales. Marwi Perdomo, que defiende los humedales en Bogotá, lo hace porque desde la ciudad las personas están alejadas de las luchas ambientales. Luz Mery Panche, que defiende a la amazonía de los proyectos extractivistas, lo hace porque desde el gobierno no hay garantías ni interés de velar por los intereses de las comunidades en Caquetá.
- Para otras mujeres, la defensa ambiental es la labor de cuidado de lugares sagrados. Este es el caso de Miriam Cruz, indígena muisca y defensora del humedal Tibabuyes en Bogotá, que en pleno ciclo de conversación fue arrastrada por el Esmad y retenida por la Policía por ejercer sus labores de defensa.
- En la intro de este podcast Mutante, en donde hablan lideresas desde cuatro municipios colombianos, dicen: “Las causas que nosotras trabajamos son causas justas, buscan un bien común”. Por eso lo hacen.
¿EN QUÉ CONSISTE SU LABOR DE DEFENSA? ¿CÓMO LA HACEN? ¿JUNTO A QUIÉNES?
- En la investigación sobre experiencias de defensa territorial nos dimos cuenta de que hay algo en común entre muchas de ellas: el rescate de la ancestralidad. En las labores de cuidado de la vida de estos colectivos, las defensoras hacen honor a sus historias y a los saberes que les fueron transmitidos. Parten de las bases que sus ancestras construyeron para continuar con sus luchas. Lo hacen a través de la siembra, del tejido, del uso de sus plantas sagradas y medicinales.
- Estas prácticas de defensa materializan la lucha contra una educación que Francia Márquez y Marwi Perdomo nombraron en este conversatorio como colonial y occidental y como una que reproduce el modelo racista, clasista y patriarcal. Coincidieron estas dos lideresas en que transformar la educación para desafiar estos paradigmas era necesario para la defensa de la vida. Y la ruta que propusieron fue justamente la de la ancestralidad.
De acuerdo, cambiar el sistema educativo y no seguir reproduciendo la colonialidad del saber, estoy con Marwi.
Es como una cadena de cambios, tu empiezas a cambiar y las otras personas lo perciben, puede que no cambien, pero al menos comienzan a reflexionar sobre sus acciones y entre más personas cambien se va creando conciencia.
- Por eso es que la defensa no es solitaria: se hace en colectivo. Para transmitir, para circular, para compartir, para cuidar.
¿QUIÉN LAS PROTEGE? ¿QUIÉN DEBERÍA HACERLO?
- Las defensoras ambientales necesitan protección integral y diferencial, porque las violencias a las que se enfrentan son múltiples y son específicas hacia ellas. Son doblemente vulnerables: por su labor de defensa y por ser mujeres.
- Pero también necesitan una protección diferencial porque los mecanismos a los que el Estado las somete muchas veces resultan más perjudiciales. Isabel Zuleta nos explicó que la respuesta estatal ante el riesgo de muchas defensoras es sacarlas del territorio. Y cuando eso sucede, las arrancan de sus luchas (este desarraigo también ocurre con cierto tipo de violencias de las que son víctimas, como la desaparición forzada o el destierro). Esta no puede ser la solución. Por eso ella, desde Ríos Vivos, y muchas lideresas que se enfrentan a estos riesgos, han recurrido a mecanismos de autoprotección.
- Finalmente la visibilidad de sus labores y sus roles apareció en la conversación como un contexto necesario para su protección: nos permite existir, dijo Isabel Zuleta.