Surfear entre las ruinas de la erosión costera en Palomino

El fotógrafo colombiano Charlie Cordero retrató la cotidianidad de la erosión costera al sur de La Guajira: las mismas olas que remontan los jóvenes surfistas de Palomino se están llevando la costa y las playas de su hogar. La playa ha perdido al menos 47 metros en la última década.

Fecha: 2024-05-31

Por: Charlie Cordero

Surfear entre las ruinas de la erosión costera en Palomino

El fotógrafo colombiano Charlie Cordero retrató la cotidianidad de la erosión costera al sur de La Guajira: las mismas olas que remontan los jóvenes surfistas de Palomino se están llevando la costa y las playas de su hogar. La playa ha perdido al menos 47 metros en la última década.

Por: CHARLIE CORDERO

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Con este ensayo visual retomamos nuestra conversación sobre Erosión Costera.

Palomino es uno de los destinos más populares del Caribe colombiano. Un pequeño pueblo con ambiente mochilero, ubicado entre las montañas de la Sierra Nevada de Santa Marta y las aguas del Mar Caribe. Desde hace algún tiempo, esta localidad ha encontrado en el turismo su base económica y un medio de subsistencia, sobre todo después de los embates del conflicto armado.
Sin embargo, en los últimos años se estima que se han perdido 47 metros de playa por la erosión costera que afecta principalmente a la zona turística, donde se ubican hoteles, hostales y restaurantes, y de la que depende la economía de gran parte de la comunidad.
Este es el caso de la familia del surfista profesional Elias Cardenas, de 19 años, una joven promesa del surf colombiano que ha representado al país en escenarios internacionales.
Los surfistas de Palomino han sido testigos de cómo han cambiado las costas debido a la erosión en esta zona del país. Ellos y sus familias, que dependen en diversas formas de las actividades turísticas que se desarrollan en estas playas, sufren los estragos de estar en la primera línea del cambio climático en el país.
Elías Cárdenas tiene 19 años y aprendió a enfrentar las olas desde los seis. Sus padres llegaron a Palomino, al sur de La Guajira, desplazados por paramilitares de la Sierra Nevada de Santa Marta en los años noventa. Elías se volvió un surfista profesional.
Pero esas mismas olas que remonta Elías se están llevando la costa de Palomino. La playa ha perdido 47 metros y en 2021 la alcaldía de Dibulla (Guajira)*, municipio al que pertenece Palomino, declaró la calamidad pública. Pero tres años después la erosión sigue igual.
A medida que el mar se tragaba sus propiedades, algunos propietarios respondieron poniendo diques, sacos de arena y rompeolas ensamblados con enormes llantas de tractor. Pero el mar, con la paciencia del tiempo geológico, ha comenzado a convertirlos en escombros.
El camino al entrenamiento de los surfistas se volvió una ruta de escombros. Locales y turistas caminan en medio de restos que a veces los lastiman.
El gobierno está iniciando, a través de la Dirección General Marítima (DIMAR), algunos proyectos enfocados en la construcción de obras de protección costera, con el fin de buscar una solución a este fenómeno causado por varios factores, entre ellos el cambio climático y las acciones humanas.
Jorge Cardenas, el padre de Elias, conduce su bicicleta desde su hogar hasta su lugar de trabajo, en la orilla de la playa de Palomino. Desde hace más de 30 años se dedica a la venta de artesanías, sus ingresos dependen en gran medida del turismo que visita la región. Él, al igual que su hijo, ha sido testigo de cómo el mar está cada vez más cerca.
Elías Cárdenas conoce la fuerza del mar: cada día es testigo de cómo se sigue llevando la costa. Entre las causas de la erosión están la destrucción de bosques nativos como el manglar, el aumento del nivel del mar, el dragado de ríos y otras medidas que les quitan sedimentos.

¿Qué alternativas hay para detener la erosión costera? De eso queremos hablar en este nuevo ciclo de conversación con el apoyo del Fondo multidonante PROBLUE administrado por el Banco Mundial.

Exploraremos cómo la naturaleza y la comprensión de la INTERDEPENDENCIA con el territorio puede ayudar a frenar la erosión.