Rutas para ‘pilotear’ la escasez de psicofármacos en Colombia
Para quienes usan medicamentos para tratar enfermedades de salud mental, la escasez, el desabastecimiento o la suspensión abrupta de su medicina, pueden poner en riesgo avances en su tratamiento e incluso su propia vida o agravar su condición. ¿Qué alternativas existen? Hablamos con cinco expertos para construir esta guía.
Fecha: 2023-04-17
Por: Andrés Pacheco Girón
Ilustración:
Laura Hernández
Rutas para ‘pilotear’ la escasez de psicofármacos en Colombia
Para quienes usan medicamentos para tratar enfermedades de salud mental, la escasez, el desabastecimiento o la suspensión abrupta de su medicina, pueden poner en riesgo avances en su tratamiento e incluso su propia vida o agravar su condición. ¿Qué alternativas existen? Hablamos con cinco expertos para construir esta guía.
Fecha: 2023-04-17
Por: ANDRÉS PACHECO GIRÓN
Ilustración:
Laura Hernández
Hace unas semanas empezamos a preguntarnos por la escasez de medicamentos, especialmente de psicofármacos, por una historia personal que nos llegó por correo, y que luego se convirtió en un reportaje que narra el “doble calvario” de quienes tratan la depresión y la ansiedad con una medicina llamada desvenlafaxina, y que empezó a escasear al menos desde finales de octubre. La situación no se ha normalizado y las respuestas de autoridades y de actores del sistema de salud no han sido claras. No era la única historia, empezamos a constatar las diferentes aristas de esta situación y en un sondeo evidenciamos que a parte de nuestra audiencia le estaba ocurriendo lo mismo.
Por ahora no hay certeza sobre cuándo y cómo se solucione el problema, y el tratamiento no da espera. Por eso consultamos a expertos y expertas en el tema para ofrecer salidas alternativas que ayuden a pacientes y familiares a lidiar con lo que está pasando.
Claudia Vaca, directora del Centro de Pensamiento Medicamentos, Información y Poder de la Universidad Nacional de Colombia, dice que “hay algunos medicamentos en los que uno puede fácilmente guiar a los pacientes y decirles ‘váyase por una marca genérica o por este otro medicamento’ y no se ponga a sufrir o a pedir otra cita en la EPS’. Pero hay ciertos casos en los cuales los cambios repentinos pueden ser críticos, y es necesario hacer seguimiento clínico. Dentro de estos casos están los medicamentos para la salud mental”.
Además, la experta menciona que al problema farmacológico se le suman otras variables. “No podemos entender al medicamento como un asunto aislado de hábitos, de conversaciones, de diálogos, de cuerpo”, explica. Además, quienes consumen este tipo de medicamentos “se conocen suficientemente bien y entienden suficientemente bien qué medicamentos les han funcionado y qué otros no”, dice, lo cual hace más evidente la detección de fallas o efectos no deseados.
Por eso es necesario que las personas que reciben tratamientos con psicofármacos busquen opciones para manejar la escasez, ante las limitaciones generadas por circunstancias nacionales e internacionales, y que involcran a distintos actores. Mutante habló con cinco expertos del sector salud y a partir de sus análisis construyó esta guía que plantea consejos generales para las personas que padecen afectaciones a su salud mental que se han visto afectadas por el desabastecimiento de medicamentos.
Hacemos hincapié en “generales”, porque es fundamental entender que las enfermedades mentales y malestares emocionales son muy diferentes, y cada caso es particular, por lo que el tratamiento requiere acompañamiento médico profesional.
Paola Tejada, PhD en salud mental, psiquiatra y docente de la Universidad El Bosque, señala que pueden existir casos que oscilan entre pacientes que ya están preparados para dejar el medicamento, y que la escasez puede ser una oportunidad para hacerlo, hasta casos en los que se ha intentado con diferentes medicamentos, pero que solo uno muy específico produce resultados deseables.
Sin importar si una persona sufre de una enfermedad transitoria o crónica, o si el éxito de su tratamiento depende fuertemente de la medicación o no, los cinco expertos coinciden en que una suspensión abrupta de un psicofármaco puede ser grave. Esto porque pueden volver los síntomas relacionados con la enfermedad o el malestar que padecen los pacientes, e incluso pueden aparecer nuevas condiciones, como ansiedad, taquicardia y sudoración, o agravarse.
“Mientras el sistema nervioso se estabiliza con procesos no farmacológicos como la psicoterapia, el medicamento cumple una función de estabilización. Dejar de tomar abruptamente el medicamento puede interrumpir el proceso de estabilización y hacer que los síntomas que estaban un poco más controlados vuelvan a subir”, señala Milton Murillo, médico psiquiatra y profesor de la Universidad del Rosario.
La psiquiatra Silvia Ruiz señala que muchos terapeutas consideran que la medicación es una solución de ‘último recurso’, pues sólo recurren a los medicamentos cuando son realmente necesarios para el tratamiento. “Hay muchas cosas que están en juego, comenzando por la vida de una persona, si se retiran medicamentos a alguien que los necesita”, señala la experta.
Esta guía contiene tres tipos de consejos: para buscar los psicofármacos, para manejar los periodos de cambios en ausencia del medicamento, y consejos para exigir el derecho a acceder a las medicinas que necesites ante el sistema de salud.
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Pregunta por una alternativa genérica
Si bien en muchos casos los pacientes y los psiquiatras conocen que el tratamiento es más eficiente con una marca específica, existen casos en los que marcas distintas tienen una efectividad similar.
Milton Murillo, psiquiatra y profesor de la Universidad del Rosario, destaca que en Colombia hay muy buenos medicamentos genéricos producidos por laboratorios nacionales.
Además, “es muy frecuente oír casos en los que los pacientes salen de hospitalización y dicen que les tocó volver porque en la farmacia de la EPS les dijeron que el medicamento está desabastecido. Nosotros en psiquiatría sabemos que un medicamento de esos no se va a desabastecer porque sí, pero puede pasar que la EPS autoriza una marca exclusivamente, y que si no es esa marca, no hay más. Entonces, cae la responsabilidad sobre nosotros, los psiquiatras, de modificar un tratamiento que seguramente no tiene razón de ser. O todavía más grave, sobre el paciente, que es el que va a sentir la recaída”, señala el experto.
Entonces, si tienes la posibilidad de probar una marca distinta, pero con el mismo principio activo y dosis que te han recetado, pregunta a tu médico o en la farmacia.
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Busca en internet
Si no has podido encontrar el medicamento presencialmente en las tiendas, una opción es buscarlo en locales especializados o farmacias en internet para agotar todos los recursos posibles. Ten en cuenta que lo ideal es que busques este tipo de medicamentos en páginas oficiales y tener cuidado con anuncios generales.
A lo largo de la conversación #HablemosDeSaludMental y #HablemosDePsicofármacos hemos encontrado comentarios en redes sociales de personas que indican que lograron encontrar medicamentos buscándolos por internet, o incluso localizado cajas en farmacias específicas de su ciudad, a través de internet.
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Redes de apoyo y autocuidado
“Con los anticonceptivos, que son algunos medicamentos que han escaseado en los últimos meses, se han gestado redes de apoyo entre mujeres. Muchas mujeres han movido cielo y tierra por encontrar la píldora que usan y se comunican entre sí que la encontraron en un lugar u en otro. Podemos promoverlo en el caso de los psicofármacos. Necesitamos ser prácticos”, dice Claudia Vaca, de la Universidad Nacional.
Desde las personas que tienen guardadas 20 cajas de un mismo medicamento hasta personas que conocen directamente a alguien en una farmacia que podría conseguir un medicamento, las redes pueden ser una respuesta de la ciudadanía ante los tiempos lentos y la posible inacción de las entidades que componen el sistema de salud.
En las redes sociales de Mutante ya se han gestado algunas de estas redes. Así que si estás buscando una comunidad de personas que reciben tratamientos con psicofármacos, te invitamos a mirar los comentarios en nuestras redes sociales.
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Busca una cita de psiquiatría
Si definitivamente no encontraste el medicamento que necesitas, tienes que comunicárselo a tu psiquiatra. La persona que te ha atendido es quien mejor conoce tu caso y quien puede decir qué puedes hacer para continuar con tu tratamiento en casos de desabastecimiento.
Sabemos que no es fácil, pues las citas particulares tienen costos que suelen ser altos y a través de las EPS pueden darte una cita para dentro de varios días, incluso meses. Pero lo mejor que puedes hacer es pedir la cita lo más pronto posible. Incluso si te dan una cita para dentro de un mes, lo mejor es pedirla.
En caso de consulta privada puedes comentarle a tu psiquiatra y es probable que debido a la escasez de medicamentos puedan llegar a una solución que convenga en términos de tiempos y situaciones financieras de ambos, y que siga los requisitos que por ley deben cumplir los profesionales de la salud, es decir, escribir toda la información en la historia clínica del paciente.
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¿Debería ir a urgencias si no encuentro una cita en psiquiatría?
“Cuando hay una inminencia de interrupción del medicamento y no se puede hacer una consulta por psiquiatría, una opción existente son los servicios de urgencias”, señala Milton Murillo.
En Colombia, las urgencias psiquiátricas deben ser atendidas también en las salas de urgencias de un hospital, lo que garantiza que un paciente pueda recibir atención de un profesional de la salud.
Sin embargo, “posiblemente en urgencias no van a tener el conocimiento suficiente para manejar una situación tan compleja, porque es muy complejo saber qué hacer con paciente que ya viene con un tratamiento y con un medicamento. Entonces si ir a urgencias es necesario, está bien, pero no es una opción ideal”, señala Paola Tejada.
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Tasa tu medicamento
Una forma de manejar la contingencia es aprovechando al máximo el medicamento que ya tienes comprado.
Paola Tejada señala que “si solo me queda una caja, no hay más medicamento y me estoy tomando, por ejemplo, tres pastillas al día, podría intentar bajarle a dos pastillas por día. Obviamente, la eficacia es distinta si cambio la dosis. Si tengo que tomar tres pastillas al día es porque esa es mi dosis. Pero entre bajar un poco la dosis y suspender abruptamente el consumo del medicamento mientras que logro tener una cita en psiquiatría o se abastece el medicamento, es preferible tasar lo que ya tengo”.
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Las alternativas no farmacológicas
Los psicofármacos son una parte del tratamiento que reciben las personas que padecen de enfermedades mentales. La otra parte incluye psicoterapia y la atención a hábitos cotidianos como una buena alimentación, realizar actividad física y de ocio, dormir bien, entre otros.
“Hay otras estrategias no farmacológicas que también funcionan. En principio se asume que todos esos pacientes ya están haciendo las dos cosas. Pero si por algún motivo el paciente no ha hecho esa parte, pues ahora que no hay medicamento con más razón deben hacerlo”, señala Tejada.
“La promoción y prevención tiene que ver con entender qué es diversión y divertirse sanamente, con mejorar la nutrición, con reconocer cuáles son los focos o los estímulos disparadores de los síntomas que uno tiene. Si el problema está en el trabajo, pensemos cómo podemos hacer para modificar la sensación y no prestar atención solamente a los síntomas y a los detonantes del lugar o el evento que me está causando malestar”, señala Iván Gutiérrez, psiquiatra y psicoanalista.
Y si quieren asistir a psicoterapia complementaria pueden leer este Directorio de Centros de Atención Psicológica de universidades en Colombia.
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Exige la entrega en 48 horas
Según la Resolución 1604 de 2013 del Ministerio de Salud, la entrega de medicamentos por parte de las EPS a un afiliado no puede superar las 48 horas.
“Hay una obligación de la EPS o el dispensador de entregar en las próximas 48 horas ese medicamento; en la casa o en la oficina del paciente, se lo tienen que mandar obligatoriamente. Lo único que evita el cumplimiento de esa obligación es que el medicamento no esté en el mercado, porque la EPS o el dispensador no está obligado a lo imposible”, señala Claudia Vaca.
Sin embargo, la experta explica que “en este momento ya tenemos una lista oficial del Ministerio y del Invima que dice cuáles son los que están escasos y cuáles están en riesgo de desabastecimiento. El paciente debe tener esa lista a la mano para exigir que los medicamentos que no estén en esa lista se los entreguen”.
Para exigir este derecho, un ciudadano puede interponer un derecho de petición ante la EPS a la que está afiliado, o ante la farmacia dispensadora de la EPS que debería entregarle el medicamento. Después de agotar esa instancia, en caso de no haber sido un proceso exitoso, puede interponer una tutela ante un juzgado y una queja ante la Superintendencia Nacional de Salud.
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¿Tu medicamento hace parte de la lista de medicamentos desabastecidos? Igual puedes exigirlos.
“El interés en salud pública es superior a cualquier otra discusión. Esa es la razón, por ejemplo, por la cual en pandemia nosotros eliminamos algunos requisitos regulatorios y aceptamos usar vacunas en unas condiciones preliminares, cumpliendo requisitos obviamente, pero lo hicimos porque sabíamos que necesitábamos eso”, señala Claudia Vaca.
Ese mismo principio es el que puede utilizar la ciudadanía para exigir sus derechos en caso de que un medicamento no esté en el mercado. Además, el decreto 0481 de 2004 expedido por el Ministerio de Salud señala que si un medicamento vital no está disponible, podrá ser fabricado por cualquier entidad o grupo de personas que sigan las normas de manufactura y todos los controles de calidad requeridos con el fin de garantizar la demanda.
“Los pacientes deben verificar que su medicamento haga parte de la lista de medicamentos escasos o desabastecidos. Si sí hace parte, pueden exigirle al Ministerio de Salud que haga una importación de emergencia. El Ministerio tiene todas las herramientas legales para declarar ese medicamento de interés público y hacer una importación como medicamento vital no disponible, o para sancionar al laboratorio que teniendo unidades suficientes no lo esté entregando, o para sancionar a la EPS que teniendo unidades suficientes no las está entregando”, señala Claudia Vaca.
Para exigir este derecho, un ciudadano puede interponer un derecho de petición ante el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) y al Ministerio de Salud y Protección Social. Si no hay respuesta, el paciente puede interponer una tutela ante un juzgado argumentando que el medicamento es vital.