“El afecto es la manera más poderosa de resistir”: Vanessa Serpa
¿Cómo es ser parte del grupo de ciudadanos que lucha contra un mercado sexual ilegal dispuesto a comprar a los más jóvenes y vulnerables en una ciudad deslumbrada por el turismo y los dólares? Mutante conversó con siete ciudadanías comprometidas para que describieran las acciones que despliegan individual y colectivamente.
Consulta el especial periodístico completo haciendo click aquí.
Fecha: 2024-04-01
Por: Karen Parrado Beltrán
Foto: Maria Paulina Pérez | Diseño: Wil Huertas
“El afecto es la manera más poderosa de resistir”: Vanessa Serpa
¿Cómo es ser parte del grupo de ciudadanos que lucha contra un mercado sexual ilegal dispuesto a comprar a los más jóvenes y vulnerables en una ciudad deslumbrada por el turismo y los dólares? Mutante conversó con siete ciudadanías comprometidas para que describieran las acciones que despliegan individual y colectivamente.
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Fecha: 2024-04-01
Por: KAREN PARRADO BELTRÁN
Foto: Maria Paulina Pérez | Diseño: Wil Huertas
En 2021, Serpa apenas había cumplido 20 años, pero entendió algo importante: había un gran poder, “una manera de resistir”, en el afecto. El afecto desata confianzas, especialmente para entender la realidad de los más jóvenes y vulnerables en una comunidad. Lo supo cuando se incorporó al Equipo de Niñez y Juventud de la Corporación Con-Vivamos. “Desde que entré a la corporación he sentido la necesidad, y también la responsabilidad, de usar mi voz para hacer eco de lo que ya los niños y las niñas dicen”, afirma.
Es una voz fuerte que trata de luchar contra la desesperanza, como la representante de esta organización en la Mesa Intersectorial contra la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes de Medellín, una iniciativa ciudadana que reúne oenegés, voluntarios y representantes de las autoridades locales desde 2010 y hoy es es un gran referente de lucha contra la explotación sexual de menores de edad. “Que la Mesa lleve más de 12 años trabajando es un ejemplo de resistencia”, señala.
Frecuentemente ratifican que el trabajo colectivo es la manera de enfrentar problemas tan complejos como la explotación sexual de menores de 18 años. “Este no es un trabajo que uno podría hacer sola”, dice. Cuando hay que señalar una situación irregular o riesgosa, Serpa se siente soportada por el equipo de trabajo de Con-Vivamos. Aunque no siempre es fácil. En ocasiones, es como trabajar con dos manos mientras el problema avanza propulsado por mil tentáculos. Faltan recursos y trabajo articulado. “Porque, ¿cómo se van a mover los programas o estrategias encaminadas a la prevención? Con dinero”.
Vannesa Serpa es una gestora comunitaria de 23 años en la zona nororiental de Medellín
Serpa no duda que la explotación sexual seguirá ahí cuando los reflectores de las cámaras de televisión se apaguen. “Yo estoy haciendo este trabajo de frente. No funcionamos en el anonimato”, dice. Insiste en encender las luces sobre lo que no está funcionando y sobre quienes tienen la responsabilidad de hacer algo. “Las cosas tienen que cambiar. Y no van a cambiar si todas y todos nos estamos escondiendo”.
Su resistencia se enfoca en el trabajo colectivo de la prevención.