No hay más alternativa que fundar un mundo en este mundo. Hay que seguir. Coser la materia al pensamiento, y el pensamiento a lo que piensa en contra.

María Negroni

El 29 de febrero de 2024 el equipo de trabajo de Mutante, un movimiento digital de conversación ciudadana, supo que había ganado el Premio Internacional Rey de España de Periodismo a Medio de Comunicación Iberoamericano. A sus integrantes les costó reaccionar. Se mandaron mensajes preguntándose si era real, se conmovieron, publicaron un meme mencionando que estaban en shock. Estaban en shock. Llevaban seis años haciendo un periodismo colectivo basado en la conversación social, considerándose una especie de disidencia frente al periodismo tradicional, y ahora recibían un premio justo por eso: por su quehacer que tiene como bandera la participación, el cuidado, la responsabilidad y la pregunta. ¿Cómo pasó?, ¿qué dice del periodismo que Mutante reciba este reconocimiento?

No se sabe qué tan radiactivos eran, pero se cuenta que en el terreno que quedó tras la explosión de la bomba atómica de Hiroshima en 1945, lo primero que volvió a germinar fue un hongo matsutake. “Los matsutakes son setas silvestres que viven en los bosques alterados por el hombre”, escribió la antropóloga Anna Tsing en Los hongos del fin del mundo. Brota en paisajes devastados por la mano humana, logra acomodarse entre las ruinas. Sobre la tierra árida de “la polarización, las noticias falsas, las tiranías del clic y las ‘agendas públicas’ fabricadas por intereses privados”, dicen en Mutante que nacieron con la intención de ofrecer un aire nuevo en forma de herramienta para el cambio social alrededor de la defensa inexcusable de los derechos humanos, la lucha contra la desigualdad y la violencia de género, los retos de la salud mental y la emergencia climática. 

Para hacerlo, el equipo de Mutante desarrolló una metodología de periodismo participativo que va de la información a la acción en tres fases: Hablar, Comprender y Actuar. En la primera fase se escuchan y hacen preguntas que detonan el diálogo abierto y libre, en la segunda intentan entregar evidencia contrastada, polifónica y precisa en sintonía con el diálogo antes propuesto, y la última fase entregan herramientas prácticas que contribuyen al cambio y al impacto concreto en el ámbito personal, comunitario y público. De ahí se han derivado conversaciones como #HablemosDelAgua #HablemosDeMaternidades, #HablemosDeTransiciónEnergética, #HablemosDelCuidado, #HablemosDeGaza. Así, crean una agenda que emerge en el público y evoluciona también hacia él.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Mutante 👽🖖🏽 (@mutanteorg)

Beatriz Valdés Correa, que llegó a Mutante luego de trabajar en El Espectador y en la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), cuenta que su ejercicio periodístico, siempre enmarcado en la formación ciudadana y comunitaria, se ha transformado en Mutante especialmente gracias a la fase Actuar, pues le exige mantener el norte de lo que es útil para la audiencia, reforzando “la idea de que el periodismo tiene que servir”. 

La creación en el periodismo Mutante, entonces, es colectiva. El medio aprende de la interacción y la experiencia vital de la audiencia, y la audiencia se enriquece con los contenidos. El matsutake logra imponerse sobre ambientes ruinosos por una relación de mutualismo: se alimenta de las raíces de árboles que a la vez nutre. Mutante solo es posible así, en un mutualismo dinámico. El diálogo que tejen tiene forma de publicaciones de Instagram, X, Facebook, grupos de WhatsApp, círculos de conversación presenciales y hasta pijamadas que las periodistas logran a partir del terreno fértil cuidado por gestoras, administradoras, consultoras y analistas, en femenino porque así se nombran en este equipo diverso.

Mutante nació en 2018 en Camino, un estudio creativo enfocado en el cambio social. Desde entonces ha estado en constante transformación y por eso hoy, en términos legales y organizativos, es una Fundación con 19 asociadas, de las cuáles 7 son asociadas senior. Su propuesta informativa para la movilización y la conversación social que resulten en la construcción de un mundo más justo y menos doloroso se ha cumplido. Es esto lo que dice este equipo cada vez más robusto, lo dicen las alianzas que buscan rescatar la pedagogía como principio periodístico, lo dicen los patrocinadores que aceptan aportar sin interponerse, lo dice la audiencia que permite que la conversación sobreviva en espacios tranquilos incluso en el desacuerdo, y lo dice ahora este reconocimiento que hicieron Agencia EFE y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), creadores del Premios Internacionales Rey de España de Periodismo, uno de los galardones más anhelados en el periodismo en español. 

En una publicación en Medium titulada ‘Journalism, Belief, & Belonging’, el periodista norteamericano Jeff Jarvis pregunta: “¿Cómo reimaginamos entonces un periodismo construido en torno a ayudar a la gente, a entender que pueden pertenecer a comunidades positivas de comprensión y empatía, que pueden tender puentes hacia otras comunidades a través de la escucha y el aprendizaje, que pueden encontrar satisfacción en sus propias identidades sin excluir ni denigrar las identidades de los demás?”. Con su oficio, Mutante parece querer dar respuesta haciendo un periodismo de comunidades que buscan un medio no para reafirmar sus sesgos, sino para, en un acto de vulnerabilidad, hacerles frente. Comunidades que lejos de ser tratadas como meras fuentes o consumidoras de información, se convierten en vínculos donde habita la comunicación directa y rigurosa, la transparencia y, finalmente, el cuidado.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Mutante 👽🖖🏽 (@mutanteorg)

“Mi generación aprendió a hacer periodismo normalizando el descuido”, cuenta Juan Camilo Maldonado, director de Mutante, “nunca nos dijeron vuelva a la comunidad y pregunte qué pasó después de que usted publicó esa gran chiva, ni cerciórese de que la persona que le está dando esta información sea consciente de los impactos que puede tener en su vida; nunca nos dijeron que construir un titular tenía un efecto cultural si lo escribíamos de una manera o de otra”; la apuesta de Mutante es justamente volver y permitirse sentirse despojados de sus verdades. Han fallado, a veces, y por eso siguen en la tarea.

En el ecosistema Mutante, el cuidado también se traduce en políticas laborales consentidas y conversadas, y en dinámicas que cambian hasta que el equipo se sienta cómodo. Jennifer Mizgata, una consultora dedicada a pensar la cultura laboral, escribió para el Missouri School of Journalism: “El equilibrio de poder dentro de Mutante ha pasado de los fundadores originales a un amplio equipo de liderazgo (…). La clave de la cultura participativa de Mutante ha sido fomentar la confianza entre el equipo y dotarlos de herramientas de comunicación que les ayuden a hablar abiertamente de sus necesidades y peticiones. También han lidiado con los debates filosóficos sobre quiénes son, cómo trabajan juntos y cómo la estructura de la organización debe cambiar con el tiempo”. En este medio, cuidarse es una labor cotidiana: va primero.

Cuando los jurados del Premio voltearon a mirar a Mutante, lo que encontraron fue, entonces, un grupo de humanos, en su mayoría mujeres, que buscan desde sus distintos oficios y miradas dotar de palabras el silencio social instaurado, entre otros, por el patriarcado, el capitalismo y los medios de comunicación serviles a los poderes económicos y políticos. Vieron una iniciativa que a punta de periodismo busca alejarse del cinismo y en ese gesto propulsar un movimiento para entender cómo se hizo el presente y así procurar un futuro distinto. Este año, el reconocimiento fue para un medio que transita y se acomoda, un periodismo sin banderas y con preguntas. Un periodismo mutante que, ante contextos ruinosos donde parece que la vida no brota, decide crecer y expandirse. 

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Mutante 👽🖖🏽 (@mutanteorg)

Amigos y colegas celebran este premio con Mutante ¡gracias!

¿Te gusta este periodismo y quieres apoyarlo? ¡Hazte miembro por un año de Mutante+!