Minería: gatillo de conflictos ambientales y sociales

Fecha: 2021-08-13

Por: Mutante

Minería: gatillo de conflictos ambientales y sociales

Por: MUTANTE

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Cuando hablamos de extracción de minerales, lo primero que suele levantarse a manera de crítica es la preocupación por las afectaciones ambientales. La degradación de los ecosistemas es quizás una de las consecuencias más visibles. Pero #HablemosDeLaMinería nos demostró que los impactos sociales de esta actividad también son evidentes y ampliamente reconocidos por nuestra audiencia.

 

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No estoy a favor de la minería, conozco muchos casos de contaminación por los procesos y la misma explotación, los drenajes de boca minas, lixiviados … La profundización de aguas subsuperficiales, pérdida completa de afluentes hídricos, contaminación por metales pesados, por cianuro. En lo social, el incremento del valor de la vida, incrementos en todo, alimentos, vivienda y demás. Aumento de robo, delincuencia, comercio de estupefacientes ….

 

En el conversatorio “¿Por qué persiste el clamor ‘no a la minería’?”, Mauricio Cabrera, coordinador de políticas sobre temas minetos de WWF, y Fernando Jaramillo, miembro de la Mesa Ambiental del municipio de Jericó, nos hablaron de la imposición de un modelo extractivista que privilegia actividades como la minería y que genera conflictos ambientales y sociales en los que las grandes empresas se enfrentan a las comunidades, y donde son las primeras las que suelen terminar beneficiadas. Este es el caso de la comunidad ribereña de Nechí, que vivía de la pesca y que ahora no puede hacerlo por las afectaciones ambientales que ha causado la empresa Mineros Aluvial, sin ninguna sanción por parte de las autoridades competentes; una  historia que publicamos  en alianza con la Agencia de prensa IPC.

Los invitados del conversatorio explicaron, además, que existe una ausencia de mecanismos de participación de las comunidades en la toma de decisiones ante la actividad minera en sus territorios.

Ante la ausencia de estos mecanismos, las comunidades han recurrido  a la movilización social. Este es el caso de comunidades como las de los municipios del suroeste antioqueño, Jericó y Támesis, que se organizaron para oponerse al proyecto minero Quebradona de Anglo Gold Ashanti y atraer a la opinión pública sobre los perjuicios que traería en sus territorios.

Así lo mostró el documental Verde como el oro, que evidencia las amenazas hacia  la comunidad y las especies que habitan el Suroeste antioqueño por causa del proyecto de la AngloGold Ashanti, multinacional que busca extraer del territorio 4.7 millones de toneladas de concentrado de cobre, oro y plata sin evaluar la posible catástrofe ambiental que esto implicaría para el territorio.

 

MINERÍA EN COLOMBIA: UN ASUNTO MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS

Árabes, gringos, empresas multinacionales, extranjeros. Estas fueron palabras con las que nos encontramos frecuentemente durante la conversación, contrapuestas a “nosotros” o “las comunidades” o “nuestro país”. En los  relatos de un buen número de participantes de la conversación, aparecen dos  partes involucradas: las grandes empresas multinacionales mineras y las comunidades que sobrellevan los impactos. Los comentarios de las personas hablan de las lógicas geopolíticas del extractivismo.

Estas ideas, contrastan con los discursos y lemas de las empresas que buscan legitimar su actividad en distintos territorios colombianos.

 

J Jesus Murcia Ballesteros

Las mineras internacionales son las que realmente ganan. Si el petróleo se va a acabar, ¿para qué lo regalan hoy? En el futuro lo pagaremos 50 veces más. El carbón lo regalan y si no miren la pobreza en La Guajira. El cobre dejará sin agua a parte de Antioquia. Ni se imaginan los mega túneles y huecos que les dejarán debajo de la superficie. Y los árabes con ganas de acabar con el páramo de Santurbán ya han repartido sobornos billonarios y se llevarán todo el oro y después escupirán sobre Santander sin agua de por vida. No a la megaminería de países ricos en territorios y países pobres.

 

MINERÍA EN LA AMAZONIA

Ante la pregunta “¿crees que la Amazonía debería ser un territorio libre de minería?”, de las 22 personas que contestaron en nuestras redes, 17 lo hicieron con comentarios, emoticones o stickers en contra de la minería en este territorio.

Sus respuestas revelan una sensación de colectividad, tanto en la propiedad como en el cuidado hacia este territorio.

 

Luis Velandia

Nada de minería, todo lo contrario, debe ser un territorio protegido por todos porque nos provee la mayor cantidad de oxígeno. A Bolsonaro el mundo lo debe juzgar por criminal.

 

nanaval8

El Amazonas es de los lugares del mundo más importantes y debe dejarse quieta, libre de minería, deforestación, etc.

 

andreapaola.valencia

Pienso que debería estar protegida principalmente por respeto a su diversidad natural, a la naturaleza por respeto a la madre tierra y al mismo tiempo por algo tan importante como el respeto a nuestros hermanos indígenas, campesinos, ellos son los que nos enseñan a valorar lo que nos ofrece la naturaleza.

 

MINERÍA: ARTESANAL, INDUSTRIAL, LEGAL E ILEGAL

Este ejercicio también arrojó luces sobre diferencias entre distintos tipos de minería. Por un lado, la distinción entre minería tradicional o artesanal y megaminería, y por el otro, la distinción entre minería legal y minería ilegal. Esta diferenciación reveló que existen matices al momento de comprender esta actividad y sus impactos.

 

beltrangcarlos

Siempre y cuando la minería esté fuertemente vinculada a la comunidad, su historia y sus propios imaginarios y visiones de desarrollo, cualquier impacto es manejable. Al otro lado están la megaminería que se quiere imponer desde el gobierno central y la minería criminal de la que se lucran los grupos armados.

 

El testimonio de Jaime Gallego, líder social de Segovia, Antioquia, y minero ancestral, explica más a profundidad la complejidad de entender una actividad que no solo se vale de licencias ambientales y avales legales para operar, sino que se inserta dentro de dinámicas culturales y que requiere de legitimidad social para ocurrir sin contratiempos. Tanto los permisos ‘oficiales’ como los permisos ‘sociales’ juegan un papel fundamental en el desarrollo minero en Colombia. Y son los que dan paso a los dos tipos de distinciones de las que nos alertó #HablemosDeLaMinería. El rechazo a la minería no siempre es absoluto y debe ser entendido de manera local y teniendo en cuenta todos estos factores.

También durante el conversatorio, “¿Por qué persiste el clamor ‘no a la minería’?”, recibimos preguntas sobre si los perjuicios sociales, ambientales, culturales y económicos que causan la minería ilegal y la legal son los mismos. Nuestros invitados coincidieron en que toda actividad minera produce impactos negativos ambientales y sociales, pero no se pusieron de acuerdo en las escalas de estos impactos.

Mientras que Mauricio Cabrera, de WWF, planteó que la minería ilegal sí es más dañina, Fernando Jaramillo, lo contradijo diciendo que los perjuicios que ambas causan son igualmente graves. Es un debate que no está saldado, y que merece nuestra atención para entender su desarrollo, pero que tampoco se puede simplificar diciendo que “solo la minería ilegal es perjudicial para el medio ambiente”, como reza el mito #3 de nuestra baraja de mitos sobre la minería.

 

NUEVA EVIDENCIA

A raíz de #HablemosDeLaMinería y de la conversación posterior #HablemosDeEmergenciaClimática, recibimos denuncias locales de conflictos ambientales causados por la minería.

 

Juan Pablo Motta

“En este momento el municipio de Cogua está siendo amenazado por varios títulos mineros que ocupan casi un 80 % del territorio.

Pretenden hacer minería a cielo abierto en una área de 179 hectáreas a lado y lado del río Neusa. El río quedaría en la mitad de la cantera. Son excavaciones de casi 9 metros de profundidad.Los estudios ambientales advierten daños irreparables al río, a la fauna, flora, al paisaje y a la comunidad.

El río Bogotá también se afectaría ya que se abastece de aguas delrRío Neusa y estas sirven para alimentar el norte de la ciudad de Bogotá”.

 

María Gómez

“En Bogotá, al sur de la ciudad, entre Ciudad Bolívar y Suacha existe el parque Cerro Seco, es un ecosistema subxerofítico de alta montaña, bastante extraño de hecho. Su reconocimiento ha sido bastante peleado, porque no se entendía como un lugar con importancia ecosistémica, sino como literal “un peladero”. Ha sido a causa de las organizaciones comunitarias, académicos interesados en el asunto, el hallazgo de unas pinturas rupestres, entre otras cositas, que se ha ido reconociendo su importancia.

 En este momento se encuentra en riesgo principalmente porque está ad portas de dejarse a la explotación minera (actividad que ya se ejerce allí pero se ampliaría el área de explotación). En la zona de Suacha, ya se hace minería, pero el parque ha quedado fuera del proyecto de POT, por lo que lo deja en la decisión del Tribunal para que se amplíe la explotación minera”.

 

Esta conversación fue posible gracias al apoyo de

World Wildlife Foundation y el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo.